Ubicadas en la región selvática del municipio de Tumbalá, muy cerca de Palenque, las Cascadas…
Campamento en Refugio del Sol

En la apacible costa del Pacífico chiapaneco, donde los manglares susurran con la brisa y el mar se extiende hasta el horizonte, se encuentra el Refugio del Sol, un centro ecoturístico en el municipio de Pijijiapan, Chiapas, ideal para quienes buscan desconectarse del bullicio urbano y reencontrarse con la naturaleza.
Este paraíso rural ofrece una experiencia única que combina campismo, ecoturismo y turismo comunitario, todo en un entorno de belleza serena y hospitalidad auténtica.
Campismo frente al mar: dormir bajo las estrellas
Una de las principales razones para visitar el Refugio del Sol es la oportunidad de acampar junto al mar, en un espacio seguro, limpio y rodeado de naturaleza. Las zonas para acampar están habilitadas con áreas sombreadas, baños ecológicos y zonas para fogatas. Dormir con el sonido de las olas, despertar con los primeros rayos del sol y contemplar un cielo estrellado sin contaminación lumínica es una experiencia revitalizante que solo este tipo de destinos puede ofrecer.
El lugar es perfecto tanto para campistas experimentados como para principiantes, y también acepta a quienes prefieren glamping o cabañas ecológicas. Es ideal para viajes en pareja, familias o grupos escolares con enfoque ambiental.
Ecoturismo entre manglares, aves y tortugas
El Refugio del Sol se localiza muy cerca del sistema de esteros Chantuto-Panzacola, un ecosistema vital para aves migratorias, tortugas marinas, cocodrilos, y una gran variedad de peces y crustáceos. Desde el centro se organizan recorridos en lancha o kayak a través de canales naturales bordeados por manglares, donde los visitantes pueden avistar aves como garzas, ibis y espátulas rosadas, así como explorar la rica flora del humedal.
Además, en temporada (principalmente de julio a diciembre), los visitantes pueden participar en actividades de liberación de tortugas marinas, una experiencia emotiva que promueve la conciencia ambiental. Todas las actividades están guiadas por habitantes locales capacitados en ecoturismo responsable.
Turismo rural: un encuentro con las raíces
El municipio de Pijijiapan conserva una profunda vocación rural, basada en la pesca artesanal, la agricultura familiar y la vida sencilla en armonía con la tierra. En el Refugio del Sol se fomenta el turismo rural mediante actividades que permiten a los visitantes convivir con las comunidades, aprender sobre las técnicas tradicionales de pesca, conocer huertos orgánicos y participar en talleres de cocina tradicional o elaboración de artesanías locales.
Este tipo de turismo no solo genera ingresos para la comunidad, sino que fortalece la identidad local y permite al visitante tener un acercamiento real con las costumbres, los valores y la cotidianidad de la región.
Gastronomía costeña: sabor a tradición
Uno de los grandes placeres del Refugio del Sol es su cocina típica, basada en ingredientes frescos del mar y del campo. Entre los platillos imperdibles se encuentran el pescado empapelado, el caldo de camarón, los tamales de chipilín, y el ceviche con plátano macho. También se pueden disfrutar antojitos como empanadas, tortillas hechas a mano, y postres como el arroz con leche o dulce de coco.
Todo se prepara con productos locales, muchos de ellos orgánicos, y las recetas se transmiten de generación en generación. Comer aquí es saborear la tradición del Pacífico chiapaneco en su forma más auténtica.
Clima: ideal para actividades al aire libre
El clima de esta zona es cálido subhúmedo, con temperaturas que oscilan entre los 24 °C y 33 °C a lo largo del año. La mejor época para acampar es durante la temporada seca (noviembre a mayo), cuando las lluvias son mínimas y se puede disfrutar del cielo despejado, brisa suave y días soleados. Durante la temporada de lluvias (junio a octubre), el paisaje se vuelve más exuberante, aunque es recomendable llevar impermeable y equipo adecuado.
Gracias a este clima, las actividades al aire libre como senderismo, observación de flora y fauna, paseos en kayak o pesca artesanal se pueden disfrutar casi todo el año.
Tradiciones locales: cultura viva
Pijijiapan es una comunidad con una rica tradición cultural. Entre las celebraciones más destacadas está la fiesta patronal de San Francisco de Asís, en octubre, con procesiones, danzas, música de marimba y ferias gastronómicas. También se celebran el Día de los Muertos y la Semana Santa con rituales que mezclan el catolicismo con prácticas ancestrales.
Los visitantes pueden conocer la elaboración de hamacas tejidas a mano, probar bebidas tradicionales como el pozol, y escuchar relatos orales sobre los orígenes del pueblo y leyendas del mar. El contacto con los pobladores hace de cada estancia una experiencia cálida y enriquecedora.
Atractivos cercanos
El Refugio del Sol tiene una ubicación estratégica para explorar otros destinos turísticos de la región:
La Encrucijada: una reserva de la biosfera con manglares, senderos y aves.
Boca del Cielo: playa y laguna separadas por una delgada lengua de tierra.
Costa Azul: otra playa cercana con oleaje moderado, ideal para relajarse.
Laguna La Joya: sitio perfecto para pasear en kayak o realizar picnic.
Consejos para visitar
Lleva protector solar y repelente de insectos biodegradables.
Usa ropa ligera y cómoda, pero incluye impermeable si visitas en época de lluvias.
Respeta la flora y fauna local; no extraigas ni dejes basura.
Si acampas, lleva una tienda resistente a la humedad y linterna.
Pregunta por actividades comunitarias o talleres con previa reserva.
Ventajas del camping en la zona
El campismo en el Refugio del Sol va más allá de dormir al aire libre: es una experiencia transformadora, de aprendizaje, respeto y conexión con el entorno. Favorece un turismo sustentable, económico y consciente, además de fortalecer el vínculo con las comunidades anfitrionas. Es una forma de redescubrir el valor de lo simple, en un entorno que combina mar, naturaleza y cultura viva.
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